Una cuestión fundamental a la hora de pensar los derechos de los pueblos originarios en el marco de los derechos humanos, es considerar la forma misma en que lo “indígena” es aprehendido y conceptualizado por la praxis político-jurídica que define los derechos humanos. Así, en un sentido fuerte, los derechos de los pueblos indígenas no se pueden separar del modo en que Occidente y la modernidad han incorporado lo “indígena” a la escena cultural contemporánea, es decir, a partir de una posición subordinada y excluida que, al mismo tiempo, incluye e instituye a los indígenas como tales en el lugar de los otros excluidos-incluidos, dominados y desvalorados. Pero, al mismo tiempo, dicha praxis permite, a partir de un uso contrario a esas operac...